Tras unos meses de parón, he decidido retomar el blog. No está siendo exactamente lo que yo esperaba, ya que me gustaría contar mas cosas y que fuera mas dinámico pero no me da la vida para mas, así que lo haré lo mejor que pueda ;-)
Estos meses han sido muy intensos. Gracias que la peque nació a finales de Julio, mi marido pudo juntar la baja paternal con las vacaciones y estuvimos todo el mes de Agosto juntos, de hecho, hasta nos atrevimos a irnos unos días de vacaciones a la playa!!
No fueron días de descanso pero si de intentar disfrutar los 4 juntos, de acostumbrarnos a la peque y ella a nosotros, de que Miguel la viera como una mas y hacer turnos para irnos con el al agua mientras el otro se quedaba con la peque a la sombra...
En septiembre ya nos tocó volver a la rutina. Papá al trabajo y Miguel a la guarde. Para mi fue un descanso ya que Miguel da muchísimo mas trabajo que Olivia y entre la operación pañal, sus rabietas y que le encanta estar pegado a mi, no me dejaba parar. Por otra parte le gusta mucho la guardería y estar con sus amigos, así que tampoco tenía porqué cambiar las cosas.
La baja con Olivia ha sido una bendición, porque es un ángel, gritocilla, pero un ángel :-p y me permitía tener algún ratito para hacer mis cosas (eso con Miguel no lo conocí).
Esta semana me ha tocado incorporarme al trabajo y aunque es duro porque les echo muchisisissisimo de menos, la verdad es que agradezco el tener unas horas en las que pienso en otra cosas, no solo en pañales, babas, leche, pises escapados y lloros a dúo... eso si, no lo cambiaría por nada porque son la alegría de mi vida.