lunes, 7 de octubre de 2013

Descubriendo el verdadero mundo del porteo

Gracias a la iniciativa en twitter #nomascolgonas me enteré que había cometido un gran error. Cuando mi peque nació compramos una mochila babybjorn, y estábamos convencidísimos de que era ergonómica y buena para el niño (porque así nos lo vendieron). El problema es que no nos paramos a mirar lo que significaba ergonómica...





Mi experiencia fue muy satisfactoria mientras el peque pesaba poco, ya que podía ir a la compra, al médico y a donde necesitara sin necesidad de llevar el carro y tenía las manos libres.


Pero sobre los 9 o 10 meses tuve que dejar de usarla porque me dolían mucho las cervicales y los riñones, aunque el peque iba encantado sobretodo si que le ponía mirando hacia fuera. Aunque eso era un problema porque sus piernas daban contra mis rodillas y algún traspiés di subiendo escaleras....

Así que nada, me resigné a ir con el carro a todos lados, incluso cuando el peque quiere ir andando y tengo que ir con el carro vacío y multiplicándome para dar abasto a todo.

¡¡Pero gracias a twitter y al día del porteo he descubierto un mundo de posibilidades!!
Primeramente aprendí que los bebés deben ir en una postura fisiológica, es decir, que respete la curvatura natural de la espalda del bebé y en posición de ranita: sentado sobre su culete, con las piernas flexionadas y las rodillas ligeramente más altas que las caderas.
En el caso de las mochilas colgonas, se pueden forzar las caderas, con lo que existe un alto riesgo de que se deforme permanentemente la articulación, provocando displasia o dislocación de cadera.

Además es importante saber que el niño nunca debe ser portado mirando hacia fuera, en ningún momento, a ninguna edad. Esto se debe porque esa postura fuerza la espalda justo en la posición contraria a su curvatura natural.




También he aprendido las muchísimas ventajas que tiene porteo, como el refuerzo del vínculo afectivo, la tranquilidad que encuentran los bebés con el contacto, por lo cual lloran menos... que les ayudamos a aliviar las molestias por los gases gracias al movimiento, les estimulamos porque pueden ver el entorno... y muchísimas ventajas mas.
Ha sido una pena descubrirlo ahora, ya que he pasado muchas horas con mi peque en brazos en casa y me hubiera ayudado mucho el poder portearlo mientras hacía otras cosas o incluso mientras le daba el pecho.
Pero mas vale tarde que nunca, así que me fui a una tienda especializada en porteo (OhLaLuna en Alcorcón) y me estrené con una bandolera. 


Me decanté por una bandolera porque necesitaba algo que fuera muy rápido de poner y quitar y que ocupara poco sitio para cuando saliera con mi peque y el quisiera ir andando. Llevo dos semanas con ella y está siendo una experiencia muy positiva.
Además me gusta la idea de poder seguir usándola cuando esté embarazada ya que al no ir sujeta a la cintura como las mochilas ergonómicas o los mei-tais permite seguir porteando.

Las primeras veces que la usamos el peque me miraba con cara con cara de asombro y no ayudaba mucho a acoplarse en ella pero ahora cada vez que la ve se tira a mi con los brazos abiertos. 
Vamos con ella a matronatación y como cuando salimos está rendido, se queda dormido y a mi ya no me supone un problema, al contrario, le llevo encima y puedo pasarme a comprar o lo que necesite ya que llevo las manos libres. Cierto que es para un tiempo limitado, ya que el peso recae sobre un solo hombro y no conviene hacernos daño, pero a mi me hace exactamente el servicio que necesito así que estoy encantada.




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