Este jueves ya inauguramos la semana 30 de embarazo, ¡quien lo diría! ¡El tiempo está volando!
La verdad es que no me creo que en 2 meses y poco podamos ya tener a nuestra niña aquí.
Este embarazo está siendo muy parecido al otro, con algunas pequeñas diferencias en las molestias, pero básicamente me encuentro bastante bien. Hace un par de semanas empecé con dolor de lumbares y con la maravillosa ciática, pero por ahora intento mantenerme muy activa, haciendo pilates y andando lo que puedo. Aunque el hecho de tener a Miguel, que es un torbellino, no me permite mucho descanso, ni físico ni psicológico.
Intento no cogerle mucho en brazos porque me hace polvo pero la verdad es que es muy difícil decirle que no cuando te mira con esa carita y los bracitos levantados... un momento duro y tierno que se pasa tras intentar explicarle porqué no puedo cogerle. En ese momento empieza la rabieta (previo manotazo a mi tripa) y acaba tirado en el suelo dándose cabezazos o en el sofá con la cara tapada para parecer mas trágico aún. Lo bueno es que esto dura poco y menos aún si me voy de la habitación, pero esta etapa de rabietas se me está haciendo un poco cuesta arriba... y miedo me da cuando esté la niña aquí... porque no se como va a desarrollarse todo.
De todas formas intento ser positiva e ir adelantándome a ciertas cosas. El finde pasado le pasamos de la cuna a su cama. Me da pena pasarle con 21 meses porque aún le veo muy pequeño pero el está contentísimo y orgullosísimo porque duerme como los mayores, así que el cambio ha sido un éxito. Ahora está empezando a pedir pis, aunque lo dice cuando ya se lo ha hecho...pero es un gran paso. Así que en unas semanas intentaremos empezar a quitarle el pañal, a ver si no coincide con el nacimiento de la peque, aunque el pediatra ya me ha avisado que es posible que ocurra algún receso en cosas que ya teníamos conseguidas pero que es normal.
Por ahora, a ver si consigo empezar a tomarme la vida con mas calma y disfrutar de la recta final del embarazo, porque hasta ahora es un no parar, entre el trabajo, el peque, los quehaceres variados de la casa y tener contentos a los abuelos....no tengo un minuto libre. Me da pena contarlo pero con el embarazo de Miguel disfrutábamos de un rato por la noche en el sofá, sintiendo como se movía y le hablábamos mucho. Con esta pobre nada, me voy directa a la cama y creo que no consigo estar ni 10 segundos despierta....
Incluso, a día de hoy, no hemos cerrado el tema del nombre porque no hemos conseguido tener una conversación tranquila y decirnos los que nos gustan o no... Estuvimos un tiempo llamándola Noa y aunque me encanta se me quedaba un pelín corto, así que metí en el juego el nombre de Olivia y parece que va teniendo muchos puntos para ser el definitivo.
A ver si aprovechando el maravilloso puente de Mayo aprovechamos para ponerla un nombre, disfrutar de unos días en familia y sobretodo descansar!!
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