Estas semanas están siendo muy intensas. Menos mal que estoy de baja por ciática y aprovechando a andar y descansar pero la peque no debe de tener muchas ganas de darme el placer de la tranquilidad.
En la semana 34 en el Hospital Infanta Elena me dijeron que estaba colocada y todo estaba fenomenal y que me citaban para hacerme el exudado y para monitores en la semana 40. Como tengo la oportunidad de poder ir por lo privado decidí pasarme en la semana 36 + 4 para que mi ginecóloga me hiciera el seguimiento y quedarme tranquila. Pues de tranquila nada, me dijo que la niña se había sentado y que eso pintaba a cesárea en la semana 39.
Como el martes de la semana siguiente tenía el exudado con la matrona, aproveché y se lo comenté. Lola, la matrona, me miró con cara de susto y en seguida vino a tocarme la tripa y me confirmó que efectivamente estaba sentada. Así que avisó al ginecólogo y pasé a hacerme una eco.
El ginecólogo (Dr.Pujol), al que no conocía pero que tuvo un trato excelente y cercano, me comentó las opciones: una cesárea programada o un parto de nalgas. Me explicó pros y contras y me dijo que pasara con la matrona para que me citara para el jueves de esa misma semana. El jueves, tendría que ir con mi pareja (ese día casualmente iba sola) y comunicar nuestra decisión.
Pasé con la matrona, forzó la cita y cuando salía de la consulta vi que venía corriendo el ginecólogo por el pasillo hacia mi.
Me dijo que volviera a entrar en la consulta y me comentó que había estado hablando con el jefe de obstetricia. Que al tener bastante líquido amniótico y ser mi segundo embarazo que podíamos probar una versión externa de la niña. Tenía sus riesgos si, pero me daba mas tranquilidad que las otras opciones.
Así que el jueves a las 9 de la mañana entré por urgencias del hospital y allí me estaban esperando. Esperamos un poquito hasta que hubo quirófano libre (por si se presentaban complicaciones como un desprendimiento de placenta o una bajada del ritmo cardíaco fetal) y me pasaron a un paritorio. Me pusieron la medicación (para relajar el útero) y me monitorizaron.
Estuvimos esperando al anestesista un ratejo y a las 10:20 ya entraron todos. El Dr.Sevilla que es una maravilla de profesional fue el que iba a hacer la versión, el Dr.Pujol se iba a encargar de estar constantemente con el ecógrafo, Lola, la matrona que fue todo dulzura y tranquilidad y el anestesista que fue otro profesional como la copa de un pino. Preparó todo y me dijo que viéndome que estaba tranquila y me veía en buena disposición no me iba a poner anestesia, ya que afectaba también a la niña. Que íbamos a empezar la versión, si me dolía demasiado o no aguantaba o lo que fuera, me la ponía.
Estuvo todo el tiempo pegado a mi tranquilizándome y dándome ánimos.
El Dr.Sevilla desencajó el culete de Olivia de mi pelvis (unos segundos que dolieron bastante) y empezó a indicarla el camino para girar mientras presionaba la tripa. Solo tuvo que indicarla la mitad del camino porque se terminó de girar ella solita.
Gracias a dios fueron 15-20 segundos porque fue muy molesto pero gracias a la tranquilidad y al cariño que el equipo médico me transmitió todo el tiempo estaba bastante relajada y todo fue fácil.
Después de tanto preparativo, no hizo falta nada, menos mal!! :-D
Estuve otro rato monitorizada y pasaron varias veces a verme por si había vuelto a girar o había habido algún cambio pero no. A las 13h estaba de camino a casa y con 24-48h de reposo relativo y posibilidad de que se adelantase.
A día de hoy (38 + 5), la peque no se ha adelantado aunque estoy bastante molesta pero muy feliz porque al menos, bien colocada, hay posibilidad de tener un parto normal, natural y respetado :-D
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