lunes, 30 de marzo de 2015

Días en los que te ves superada....

No cambiaría nunca la decisión de haber tenido a mis peques y haber querido que se llevaran poco tiempo (2 años y 2 días) pero hay días en que las circunstancias me superan y creo que no voy a poder con todo.

He tenido la suerte de poder seguir trabajando, eso si, de 8 a 16h ya que soy consultora y si reduzco mi horario no me encuentran proyectos en clientes... es una maravilla la conciliación, oiga....

Así que mi día empieza a las 6, doy el pecho a la peque y vuelo al trabajo. Salgo y vuelo aún mas rápido para poder estar a las 17h en la puerta de la guarde a recogerlos. La tarde la aprovecho en comprar lo que sea necesario, jugar un ratejo con ellos o ir al médico si se tercia y a las 19-20h cuando llega mi marido, empezar a preparar la cena y la comida para el "tupper" del día siguiente, baños, cenas, etc... Normalmente nos dan las 22h y empezamos con los mimos, cuentos y besos de buenas noches...y luego muero...

Los findes toca matronatación con los peques, la limpieza de casa, compra semanal, chapucillas pendientes y visitas de abuelos, tías y mas abuelos....
Si los planetas confluyen conseguimos sentarnos en el sofá o bajar al parque o ir al cine los 4.... 

Normalmente lo llevo bien aunque a veces mi paciencia y mis nervios me juegan malas pasadas, que normalmente pago contra mi marido, al cual echo muchísimo de menos. Ahora nos llamamos "compañeros de piso" ya que el tiempo que pasamos juntos es con enanos de por medio y nuestras conversaciones son sobre niños o sobre la casa :-p
Echo de menos nuestras risas por tonterías, nuestros ratos tumbados en la cama abrazados y charlando, su sonrisa que ha cambia muchas veces por el entrecejo fruncido... Se que esto es una racha complicada pero que pasará y todo será mejor que antes...

El que los abuelos y tías exijan su derecho de ver a los nietos tampoco nos ayuda mucho ya que nos condicionan bastante la vida. A veces los peques se quedan con ellos y nosotros aprovechamos para cosas pendientes pero la verdad es que no me gusta porque me encanta compartir todo el tiempo libre que tenga con ellos. No me quiero perder ni un segundo porque el tiempo se está pasando demasiado rápido.

Se que no se puede hacer todo y estar a todo...porque así me pasa, hay días que me levanto sin aire, agotada y agobiada y transmitiendo mal rollo, aunque intento por todos los medios que no sea así. Me agobia hasta pensar cómo me las ingeniaré cuando Miguel empiece el cole en Septiembre...

Eso si, se me pasan todas las penas cuando los veo, cuando los oigo reír, cuando veo como Oli intenta arrancar a gatear solo por perseguir a Miki y éste no para de brincar y tirarse en el sofá y la cama para hacerla reír a carcajadas....
Me muero por ellos, así que aunque a veces flaquee y me desmoralice, vuelvo a recargarme las pilas y pienso que puedo con todo!! Que merece la pena, por ellos y que tengo que conseguir vencer a mi mayor enemigo, el tiempo, que me los arrebata y me los hace mayores sin darme cuenta.


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