jueves, 7 de febrero de 2019

El dia que Paula llegó al mundo....


Hace 14 meses ya, que Paula está con nosotros y como más vale tarde que nunca.... aquí va el relato de mi tercer parto.
Para mi desgracia, iba a ser inducido porque la peque venía con retraso de crecimiento (CIR tipo I) y decidieron provocármelo en la semana 37.
Llegó el gran día, y tras despertar y desayunar con los peques, se los llevaron los abuelos al cole y nosotros nos fuimos al hospital Infanta Elena.
 
La doctora Yurena, optó por empezar la dilatación mecánicamente y me puso un balón. Lo metió deshinchado por el cuello del útero y lo hinchó. Luego hizo una eco vaginal y otra abdominal para comprobar que todo estaba bien. La función de este "balón" (se le llama así pero no tiene mas de 4 cm de diámetro), es despegar las membranas y simular la presión de la cabeza del bebé y hacer que el cuerpo empiece a dilatar y sin necesidad de poner oxitocina o prostaglandina (a la que me negué después de la experiencia en el parto de Miguel).
 
Nos mandaron a la habitación y me dijeron que anduviera y tirara del catéter que iba al balón. Que si en 24h no había empezado el parto, me lo provocaban con oxitocina. Fui muy obediente porque después de comer se cayó el balón y empecé a estar molesta y tras hacerme un tacto bastante doloroso (y mira que me han hecho...)  me dijeron que ya me quedaba  en la sala de dilatación. Me rompieron la bolsa para acelerar el proceso. No me gustó que lo hicieran y menos sin preguntar pero ya no había remedio.

A las 17h y algo me pusieron oxitocina pero me dijeron que podía seguir andando por la habitación y me puse con la pelota de pilates. Sara, la matrona, me puso música clásica y me iba subiendo la oxitocina cada 15-20 minutos mas o menos.
Al principio fue sencillo porque solo era una molestia y pude estar leyendo, encima de la pelota de Pilates, muy relajada yo…. Mi marido me decía que no se creía que estuviera de parto.
A las 20h ya empecé a encontrarme peor y me metí en la ducha, con el cacharro de la oxitocina incluido :-p

A las 20:30h vino la matrona, Sara, y la pedí que me hiciera un tacto para saber de cuanto estaba, porque las contracciones eran muy dolorosas y dependiendo de lo que estuviera pediría la epidural o no. Me dijo que los tactos se hacían cada 4 horas y la dije que ya habían pasado de sobra. Me dijo  que a las 21h era el cambio de turno, y que sino me importaba esperarme. ¡¡¡¿¿¿PERDONA???!!!
La dije que lo veía difícil. Eso si, tuvo el "detalle" de bajarme la oxitocina para que no me dieran las contracciones tan seguidas…. Me parecía increíble que prefería irse a casa tan tranquila cuando la niña estaba apunto de nacer...Pero lo bueno de ser un tercero es que esto no te afecta a los nervios.
A las 20:50 vino a “despedirse” y la dije que fuera viniendo YA la otra matrona porque ya tenía muchas ganas de empujar. Aún así se fue, con todo su cuajo.

A las 21 le pedí a mi marido que fuera a buscarla porque la niña estaba aquí ya, y sino venía la matrona que la iba a coger el.
En cuanto vino la matrona (pidiendo perdón porque acababa de entrar y no se había leído mi historia y aún estaba cambiándose) me fui para la cama. Por poco me mato con los pies mojados, menos mal que mi chico me sujetó.

La matrona me miró y me dijo que ya estaba ahí la cabeza. Como la dijimos que era una inducción por un CIR, dijo que tenía que ir a avisar a la enfermera de pediatría y le comentó a mi marido que si salía la niña, la cogiera, que ya total era el tercero…

Fue corriendo a avisar a una enfermera de pediatría y otra enfermera y enseguida estaban de vuelta. Justo para empujar y empezar a salir Paula. Cuando me dijeron que dejara de empujar me entró el pánico, menos mal que mi marido me dijo que respirase y pude concentrarme en eso y dejar de empujar, creo sino me hubiera desgarrado.
¡Cuando me vino otra contracción si que pude empujar y enseguida la matrona me dijo que abriera los ojos y la cogiera y ahí estaba mi niña!! Muy pequeñita, pero sana y preciosa!! Nació con 2,310kg y 46,5 cm

El cordón la dejó de latir enseguida y pedí que me enseñaran la placenta y efectivamente era muy pequeña a comparación de las de los otros.
Conseguí lo que no me esperaba, un parto respetado, donde pude dilatar andando y con la pelota de pilates y consiguiendo aguantar el dolor sin epidural y sin nervios.

A Paula se la llevaron unos minutos y nos confirmaron que estaba perfectamente. La enfermera la observó unos minutos más y nos dijo que la pusiéramos al pecho. Estuvo cerca de una hora con un quejido... y la costaba engancharse pero al final lo consiguió y a las 23h nos subieron para la habitación.

No puedo describir lo contenta y pletórica que me sentía por verla tan bien, tan sana y tan bonita…. No hay nada que merezca más la pena en este mundo.

La recuperación fue muy buena, desde que nos subieron a la habitación estuve levantada y moviéndome sin problema. Lo que si fue peor, fueron los entuertos, sobretodo cuando la daba el pecho, que era casi constantemente porque la costaba muchísimo engancharse.
 
En la revisión con el pediatra, unos días mas tarde, nos propuso darla una toma del pecho y la siguiente a la hora y media pero con jeringuilla y catéter. Como tenía leche suficiente no tuvimos que tirar de leche de fórmula y pude darla el pecho en exclusiva hasta los 5 meses. Costó bastante remontar el peso pero al final lo conseguimos.

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